Es una propuesta del Colectivo de Educadores IDENTIDADES. Incluimos relatos breves que nos ayudan a pensar sobre los mundos que construimos, con sus múltiples matices, sus diversas voces, sus conflictos. Cuentos, poesías, refranes, canciones,etc., etc. con sabiduría, sobre la cultura, la naturaleza, con el NOSOTROS que queremos construir. Esperamos hacerlo crecer junto a ustedes y con ustedes. . .

Este espacio surgió con el proyecto educativo de extensión comunitaria "IdentidadeS, Historias, Memoria colectiva" que realizamos entre el 2008 y 2010 en el ISFD N°96 ( Normal Nº 1)
Para conocer, dudar y quedarnos pensando a través de palabras e historias que nos entralazan.
Somos educadores y estamos en la ciudad de La Plata -

martes, 21 de agosto de 2012

Cartas


México, abril 1977

Tía Luli. 

Te escribo para contarte que hace un mes nos mudamos a un departamentito a tres cuadras de una plaza que se llama “La plaza de las Tres Culturas”. La ciudad es muy grande y rara porque hay casas que parecen muy viejas y otras recién hechas. Me encantaría subir las escaleritas de la plaza pero la tienen cercadas con unas rejas. Si venís vamos a saltarlas para subirnos.
Hay días en que mamá se pone triste y yo también. Extraño a Camila, a Juliana y a Marisa..,¿te acordás de ella?, tiene toda la cabeza roja, le decíamos “La colo”. Sabes que me parece que los papás de La Colo se fueron algún sitio porque antes de venirnos ya no estaban. Sí llegaras a ver alguno de mis amigos deciles que me pasen la dirección para contarles cómo es la escuela acá y las cosas que comemos (¡Ah!, son bastante picantes).
Todavía no salimos a pasear. Pero sí fuimos a las librerías. Yo me canso, pero no me queda otra.
Me enteré que la abuela quiere venir. Decile que estoy juntando unas monedas que son doradas y superchiquitas en pesos mexicanos, y que voy a tener muchas para darle. La abuela es una genia buena que cuida al pompi. Lloré muchos días por él y me da vergüenza contar esto.
Tía, espero que sigas en la escuela y que me avises sí tenes novio.
Acá las chicas son muy bajitas –al lado mío- y los chicos también.
Bueno ya no sé más que contarte. Un abrazo a la nona. Chuik! Chuik!

Yoli *

Pdta: Mami cuenta que cuando salimos de Argentina el cielo estaba negro. Siempre dice lo mismo. Y después no quiere hablar ni de papi ni de mi abuelo Luis.

* 11 años

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Estocolmo, 3 de diciembre de 1982.

María Paula:

Hace rato estaba por escribirte. En tu última carta me contaste lo de la guerra y quedé preocupada aunque sabiendo que algo se puede hacer. Me encantó lo que dijiste sobre las cartas y la colecta de la escuela. Mi papá y mi mamá dicen que eso es jugar con la gente y se enojan muchísimo pero a mi me parece que está bien hacer algo por los otros.
El lunes que viene es mi cumple y no sabes como me gustaría que estuvieras acá. A propósito, hay un tema de un grupo que se llama Pink Floyd que dice exactamente esto: “Me gustaría que estuvieras acá” medio romántico, ¿te gusta lo romántico?

Al fin!!!! Terminé las clases!!!! Aquí es terrible la exigencia. Además me sigue costando hablar sueco, un montón. Hay un poeta famoso –Ekelof- con el que me están enseñando particular. Así es más estimulante. Te digo Pauli me gusta bastante lo que es poesía, además es “verso” eso de que siempre tiene que rimar todo con todo.
Química, deportes y los acentos siguen en la lista de problemáticas. Ah! Mis compañeros, los de mi curso, ninguno tiene hermanos, ¿es raro? Va... No sé, se da así. Acá no hay “higiene”, ni “educación cívica y moral”, como allá. Para cuando vengas, ¡ojalá podamos ahorrar para mandarte un pasaje ida y vuelta y así me visitas!! Te voy a contar las cosas con lujo de detalles. En la visita te voy a mostrar los puentes y las construcciones de piedra. Podemos ir al lago Malares y a las islas del Báltico (Son como de postal, son como de un sueño...) Cada un ratito ves un puente. Otra característica del país, en Estocolmo, se dan los premio Nóbel de literatura. ¿Viste como esa gente que hace grandes descubrimientos?, pero esto es de literatura.
Me gustaría estudiar letras después en la Universidad, ¿a vos? Bueno todavía hay tiempo para elegir (como cinco años) Te sigo contando: algunos techos están pintados de rojo, otros de verde. Hay cúpulas y desde las ventanas siempre se ve el agua. Igual te digo me acuerdo del parque, lo tengo grabado en los ojos, ¿te acordás?, nos llevaban después del cole y después no fuimos más.

Esta ciudad es increíble, parece salida de los cuentos, pero te digo la verdad extraño la rayuela, el delenti ¿seguiste jugando? Y con Florentina, ¿seguis juntándote con ella? Ah, otra cosa, ¿seguis flaquita como siempre? En cambio yo este año es como si me hubiera puesto siliconas. Las lolas bailan hasta con el sostén más rígido. Y yo que quiero saltar a la rayuela, ¡nada que ver!

Bueno Pau te estoy hablando cualquier cosa. Nuestras cartas me hacen muchísimo bien. Son de las cosas más buenas que me pasan. Camilo y Roxana viven de otra manera. Sabes qué pasa, ellos son casi totalmente de acá. Cuando llegamos a Estocolmo ellos tenían un año (Roxana) Y Camilo es sueco sueco. Mis papás le cuentan pero es diferente. Hasta del fitito me acuerdo, mira que ¡recontra pavada!

¡Paulichi! Dale!! Escribí pronto! ¿Tenes novio? ¿O te gusta alguien? ¿Qué dan en la TV? ¿Qué lees? Ah!!! Ya te alcanzo con los trece.
¡Pauliiiiii! Hasta pronto!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Pdta 1: Hay un grupo (creo que son la mayoría argentinos) que se juntan en la embajada para charlas sobre la situación de Argentina. A mi me interesa un montón pero solamente van mis viejos. Estoy a cargo de los “demonios” los jueves y parece que fuera no un día sino toda la semana.

Pdta 2: Una amiga de mi mamá: Helena, me regaló unos suecos espectaculares y realmente tradicionales –como el mate allá-.

Pdta 3: Un beso a tu abuela, a Tati, a Flor, a tus papás y a todos los que no conozco, ¿novios?

Pdta 4: Las letras de David Lebón están buenas. A mi viejo le gustaron.

Chaucito.

Eva *

* 13 años

Cuando San Pedro viajó en tren

de Liliana Bodoc   
(versión acortada para su narración por Adriana De Blasis)




Todo estaba listo para que el tren iniciara el largo viaje. Algunos pasajeros sonrieron, otros ocultaron lágrimas detrás de las manos que decían "adiós", "hasta pronto", "no te olvides de mi", "voy a volver cuando el trigo madure"; el silbato hablo su idioma y el tren partió...
Nicanor tenía 9 años y era su primer viaje, para Ofelia, su mamá, también.
Ofelia nació, creció, se enamoró y casó en ese pueblo. Después nació Nicanor. El pueblo se llamaba San Pedro. Un lugar pequeño y enorme al mismo tiempo. Pocas casas y muchos árboles, pocas calles y muchos arroyos, pocos autos y muchos pájaros. Un pueblo al que la dentadura de la gran ciudad le comía las orillas. Y le arrancaba pedazos enteros de tierra sembrada y florecida. San Pedro se cansó.
Entonces sus hombres y sus mujeres tuvieron que partir a buscar suerte en otros sitios.
Eso hizo el padre de Nicanor, llegó a la gran ciudad y encontró trabajo. Y quiso que Nicanor y Ofelia estuvieran a su lado.
Ofelia abrió la canasta con alimentos -vamos a comer y vamos a dormir- O dicho en otras palabras "No debemos llorar".
Cuando su madre se durmió, Nicanor miró para todos lados y empezó a caminar en dirección a la locomotora, y pensó - La locomotora es el lugar más alejado de San Pedro-.
Un tren es un túnel que avanza, un tren es siempre un misterio. Los otros pasajeros también dormían en su mayoría. 
Finalmente Nicanor llegó a la locomotora, el lugar prohibido para los pasajeros. Cuando el guarda le preguntó que hacía ahí, Nicanor explicó que se estaba alejando de San Pedro, que su madre estaba durmiendo para no llorar.
!Ah....!!Ah.....! El guarda acababa de entenderlo todo. 
Con razón el tren pesa demasiado y avanza lento - dijo. Y agregó- A veces viajan personas como vos y tu madre que llevan su pueblo entero como equipaje, y aunque el tren es fuerte no puede cargar con un río, campos sembrados, amaneceres, un sol y un cielo. Por que las personas como uds. llevan hasta el cielo de su pueblo. Aquel hombre tenía razón y pensó pedir disculpas por llevar tantas cosas en un tren. Antes el guarda le explicó, cada vez que vengas de visita te vas a ir  llevando menos cosas, un día dejan el amanecer, otro el rio o el sol, hasta que con el tiempo solo llevan la ropa de sus valijas. Nicanor supo que en esta ocasión el guarda se equivocaba.
Los años y los trenes siguieron pasando....y ahora Nicanor y su nieto eran los pasajeros del tren. Todo estaba listo para la partida "Adios" "Voy a volver cuando el trigo madure" El silbato hablo su idioma y el tren partió.
Muchas veces Nicanor y su nieto hicieron ese viaje ida y vuelta a San Pedro.
Los guardas protestaban siempre al verlos subir, porque entonces el tren se ponía pesado y avanzaba lento.
Es que Nicanor siempre se llevó consigo el pueblo entero. Con río, campos, amaneceres.
Con cielo y todo.