Versión adaptada de “La historia de las preguntas”
Relatos del Viejo Antonio ( Escritos del
Sub comandante Marcos) CIACH. México. 2007
Cuando
los primeros dioses hicieron el mundo y todavía estaba dando vueltas la noche, dos dioses llamados Ik’al y Votán
se pusieron a hablar. Dos que eran uno sólo. Cuando se volteaba uno, se
mostraba el otro, y volteándose el
otro se mostraba el uno.
Eran
contrarios. Uno era luz, como mañana de mayo en el río. El otro oscuro, como
noche de frío y cueva. Eran lo mismo. Eran uno los dos, pero el uno hacía al
otro.
Pero no caminaban, quedando estaban sin
moverse estos dos dioses que eran uno. ¿ Qué hacemos, pues ? Preguntaron.
“Está triste la vida así como estamos”, se
decían tristeando..
“No pasa la noche”, dijo Ik’al.
“No pasa el día”, dijo el Votán.
“Caminemos”-, dijo el uno que dos era.
“¿Y cómo ?”
preguntó el otro
“¿Para dónde? “preguntó el uno.
Y al preguntar ¿cómo?, vieron que se movieron un tantito así,
y luego otro más al preguntar ¿dónde?.
Contento
se uso el uno que era dos cuando vio que se movían. Quisieron los dos moverse
al mismo tiempo pero no pudieron ¿ cómo hacemos, pues?
Y se asomaba uno primero y luego el otro y se movieron un poquito más y se
dieron cuenta que se hacía primero uno y otro después , entonces sí se movían ,
y se pusieron de acuerdo que, para moverse primero se mueve el uno y luego
se mueve el otro. Y empezaron a moverse. Y ya nadie se acuerda qué primero se
movió para empezar a moverse por que estaban tan contentos que ya se movían y
¡¡¿ qué importa quién fue primero si ya nos estamos moviendo ¡! ? decían los dioses que uno mismo eran. Mientras se
reían sacaron el primer acuerdo que fue hacer baile. Y se bailaron, un pasito el uno,
un pasito el otro y tanto se demoraron en el baile por lo contentos que estaban
de haberse encontrado.
Cuando se cansaron de tanto baile sacaron
la primera pregunta ¿ cómo moverse ? y trajo la respuesta de “juntos pero
separados de acuerdo”. Pero esa pregunta
mucho no les importó porque cuando se dieron cuenta, ya estaban
moviéndose y entonces se vino la otra pregunta cuando descubrieron que había
dos caminos: uno era muy cortito que ahí nomás llegaba y se veía cerquita donde
terminaba. Y era tanto el gusto que tenían por caminar que acordaron en tomar
el camino largo.
Elegir el camino largo les trajo otra
pregunta ¿ adónde lleva este camino? Tardaron en pensar la respuesta los dos
que era uno. De pronto se dieron cuenta que sólo si caminaban el camino largo
iban a saber dónde llevaba. T entonces se dijeron el uno que dos era: “Pues
vamos a caminarlo” Pero ahí nomás se preguntaron “ ¿cómo haremos para caminar
mucho tiempo? ” , se quedaron pensando. Y al rato Ik’al dijo clarito que el no
sabía caminar de día y Votan que él de noche tenía miedo de caminar. Y así
quedaron llorando un buen rato. Recién cuando terminó la chilladera se pusieron
de acuerdo y vio Ik’al que bien podía
caminar de noche y Votan que él podía durante el día.
Desde entonces los dioses caminan con
preguntas y no paran nunca, nunca se llegan y se van nunca. Y entonces así aprendieron los hombres y
mujeres verdaderos que las peguntas sirven para caminar, no para quedarse
parados así nomás. Y desde entonces los hombres y mujeres verdaderos para
caminar preguntan, para llegar se despiden y para irse saludan. Nunca se quedan
quietos.